El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aprobó ayuda "inmediata" para Haití, que sufrió este sábado un intenso terremoto que deja al menos 29 muertos.
El presidente autorizó una respuesta inmediata de Estados Unidos y designó a la directora de USAID (la agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional), Samantha Power, (...) para coordinar ese esfuerzo". dijo a la prensa un funcionario de la Casa Blanca.

El terremoto de magnitud 7,2 provocó graves daños en Haití, especialmente en su zona oeste, y eso ha generado mensajes de apoyo de gobiernos extranjeros, entre ellos algunos como los de Estados Unidos y República Dominicana, que se han ofrecido ya a enviar ayuda.

También ha tendido su mano el presidente dominicano, Luis Abinader, que ordenó a su ministro de Exteriores que se ponga en contacto con el primer ministro de Haití, Ariel Henry, "para facilitar cualquier ayuda dentro de nuestras posibilidades".

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Abinader ha expresado en Twitter su "consternación" por lo ocurrido en Haití, que comparte con República Dominicana la isla La Española. Pese a lo que llegó a temerse en un primer momento, el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE) dominicano, general Juan Manuel Méndez, ha descartado daños en este país, según 'Listín Diario'.



Por su parte, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha lamentado que, "una vez más", Haití se ha visto "golpeado por la adversidad", con "grandes daños a su población e infraestructura. "Hemos tomado contacto con sus autoridades y estamos preparando un envío de ayuda humanitaria que sin duda, necesitan con desesperación y urgencia", ha añadido.

Su homólogo boliviano, Luis Arce, ha compartido también en Twitter un mensaje de apoyo a los "hermanos haitianos" y ha ofrecido su pésame por el previsible alto número de muertos, así como una pronta recuperación a los heridos, si bien las autoridades del país caribeño aún están evaluando el alcance exacto de los daños personales y materiales.

La "total solidaridad" ha llegado igualmente desde Perú, por boca de su presidente, Pedro Castillo. "Como gobierno de la región, estaremos atentos para brindar el apoyo necesario a la nación hermana con el fin de avanzar en unidad e integración fraterna", ha declarado.

En la mente de todos está el terremoto de 2010, cuando murieron unas 200.000 personas. Haití es ya el país más pobre del hemisferio occidental y la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OIM) estima que 4,4 millones de ciudadanos, más del 40 por ciento de la población, necesitan ayuda para cubrir sus necesidades básicas.

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El representante del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) en Haití, Brun Maes, se ha mostrado "profundamente apenado" por las primeras informaciones sobre víctimas y "fuertes daños" y ha confirmado la disposición de la agencia para colaborar tanto con el Gobierno como con otros socios y ayudar a las áreas afectadas.

Personal de UNICEF en el sur del país ha comenzado a evaluar la situación para priorizar esta asistencia, teniendo en cuenta que habrá desplazados que necesitarán refugio, agua limpia o atención médica. Ya antes de este seísmo, la agencia calculaba en 1,9 millones los niños haitianos que necesitaban ayuda humanitaria.